
Los estudiantes inmigrantes y sus familias tienen derecho a acceder a la educación y los recursos públicos sin temor a la discriminación o la intimidación.
La ACLU de Delaware se dedica a garantizar que todos los estudiantes, independientemente de su raza, nacionalidad, sexo, religión, capacidad lingüística o estado migratorio, reciban una educación segura, equitativa y de calidad.